El grupo municipal de VOX ha presentado una moción para frenar la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Tarragona. La formación considera que el gobierno local está aplicando una ordenanza improvisada, derivada de leyes climáticas que ni siquiera el propio Ayuntamiento ha sabido explicar con claridad.

La portavoz de VOX, Judith Gómez, señala que la propuesta municipal “crea un perímetro arbitrario que afectará directamente a familias, trabajadores y autónomos que dependen del coche para su actividad diaria”. Gómez afirma que la medida “no responde a ningún problema real de calidad del aire en la ciudad, sino a una obligación impuesta por la Ley de Cambio Climático aprobada por el Gobierno de España y respaldada por el bipartidismo”.

Según VOX, esta normativa estatal, trasladada desde Bruselas y aplicada sin margen de adaptación, ha convertido la movilidad en un sistema de restricciones y sanciones que recae especialmente sobre quienes tienen menos recursos. La formación recuerda que la legislación europea solo exige actuar en zonas donde existan problemas acreditados de contaminación, “no imponer prohibiciones generales que penalizan a los vecinos”.

En la moción, VOX reclama que el pleno manifieste su rechazo a estas políticas climáticas y que el Ayuntamiento suspenda de inmediato la implantación de la ZBE en Tarragona. Judith Gómez defiende que es necesario “proteger la libertad de movimiento y la actividad económica local frente a decisiones que no tienen base técnica y que solo generarán más desigualdad”.

VOX plantea, además, que el Ayuntamiento deje sin efecto cualquier medida municipal que limite la movilidad por criterios ambientales y suspender la implantación de la ZBE hasta que exista una regulación alternativa que no castigue a los tarraconenses.

Gómez concluye que VOX seguirá defendiendo “medidas de movilidad basadas en el sentido común y no en imposiciones ideológicas que encarecen la vida de las familias”.